Dejé de utilizar este blog por vergüenza. Lo tenía desde que tenía 14 años. Y, madre mía, era muy intensa.
Me hice otro blog, privado. Llevaba tiempo diciendo que quería cambiar, romper con blablabla, memeces. Siempre escribía de lo mismo y en el mismo estanque emocional. Qué horror. Y decidí cortar por lo sano: me borro este blog y me creo otro.
Pero nunca lo borré. Me daba ternura.
Quizás sea Diógenes digital, vete a saber.
En fin, hace una semana me contactó una compañera del instituto, diciéndome que ella leía mi blog y que le inspiraba.
Mi blog. Mis penas. Mis dramas.¿¡ LA PARTE MÁS INTENSA DE MI PERSONA LLEGÓ A INSPIRAR A ALGUIEN!?
Tras leer esa confesión me fui directa al blog, vaya ser que inspirara a alguien al suicidio (jaja, perdón).Y a parte de mucha vergüenza (y no ajena, por desgracia), decidí volver a ponerlo público y hacer una publicación. 8 años después de la última publicación.
No hace falta que veáis lo intensa que era. No sé si todavía hay alguien por aquí.
En cualquier caso, he vuelto.
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